Luego de la salida de Darío Franco, Quilmes se entrenó este miércoles por la mañana en el anexo y a puertas cerradas, bajo las órdenes de Ian Romano (DT de la Reserva) y de Néstor Frediani (DT de la Séptima), que conducen al plantel de manera interina hasta la llegada de un nuevo entrenador. Los jugadores hicieron tareas físicas y técnicas, con ejercicios de coordinación y velocidad, toques de pelota en grupos, tenencia y fútbol en espacios reducidos. En la cancha inferior del anexo hacían ejercicios de tenencia Fabián Bordagaray, Santiago Moya, Tomás González, Iván Ramírez, Marcos Enrique y Lautaro Parisi, presionados por Ramiro Luna, Matías Ferreira y Damián Adín (iban rotando). En la cancha superior, hacían fútbol en espacios reducidos dos equipos de cinco. Uno tuvo a Maximiliano Gagliardo; Maximiliano Alanís, Ayrton Sánchez, Joaquín Postigo y Enzo Kalinski. El otro contó con Esteban Glellel; Axel Batista, Federico Pérez, Leandro Allende y Juan Ignacio Capano. Luego, ambos grupos intercambiaron tareas.
De manera diferenciada, con tareas físicas en el gimnasio del estadio, se entrenaron Lautaro Herrera (fisura en dos dedos de la mano derecha) y Federico Tévez (traumatismo en la cabeza que le generó un corte). No estuvieron en la práctica Santiago Puzzo, Lucas Alfonso ni Mirko Juárez porque se entrenaron con la Selección Sub-20 del Ascenso, y tampoco Nahuel Yzaurralde, Bruno Gauna, Ramiro Martínez ni Thomas Rojas, porque trabajaron con la Reserva. Ya no estuvo Matías Palavecino, que ante la salida de Darío Franco (que lo había pedido expresamente) y al no estar aún habilitado por la inhibición que pesa sobre el club, decidió buscar nuevos horizontes y no firmará contrato como refuerzo.
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